viernes, 15 de mayo de 2009


Rapidito como ella sola otra vez, como cuando el sida, la OMS = WHO, ya sentenció:

--El virus a/h1n1 no salió de un laboratorio. Punto.

Así de fácil "desmienten" al científico australiano de la nota de ayer.

Era de esperar.

Tienen toda la razón. Dicen la verdad. Pero no toda la verdad.

Éste virus concreto no salió de un laboratorio. No esta vez. Lo cual no le quita ser un arma de exterminio masivo. Esta vez, la mutación del virus de la influenza fue una "casualidad". Pero no es algo "natural" --insistimos. Tampoco es un error humano, no en esta caso.

Para darnos a entender, sería algo tan "natural" como el movimiento de las bolas en una carambola de billar.

Y el error ocurrió hace ya mucho tiempo, digamos que hará unos quince mil años, más o menos.

Esta "casualidad" es un giro evolutivo de un virus que tuvo que salir de algún laboratorio, por dar una fecha aproximada: durante los años setenta del siglo pasado. Desde entonces debe andar suelto por el mundo, causando los estragos y sorpresas que hemos vivido, vivimos aún y viviremos por un largo rato. De un choque de lo humano con su entorno material inmediato.

Así es mejor pensarlo. No es algo natural, es más bien artificial. Pero desde hace tiempo acciona por su cuenta, movido y activado por la suerte, sin que nadie humano lo controle ni lo pueda controlar bien. Aunque ello no significa que en algún caso alguien decida usar virus de este tipo como arma de exterminio.

Que así quede todo. Por ahora. Y así vamos bien.


No hay comentarios:

Publicar un comentario