martes, 5 de mayo de 2009

¡Caray, qué vergüenza!


Nos llamó por teléfono la Doctora Encarnación. Dice que ahora sí M se vio mal. Se volvió, literalmente, loco. Piantó el bató. Su mente, diagnostica ella, la de M, se encuentra en situación idéntica al montaje y contenido del videoclip que viene a continuación...



Como Chorcha Chillys Willys lo sabemos. Así es. M se aloca gacho, a cada rato, peor cuando algo se pone muy feo. Ya venía dolido de eso, en tanto que sí la hace de canario en la mina de carbón. Perdió una tuerca cuando comenzó esta blog a la carrera, después de la medianoche, todo sudoroso y compulsado por quién sabe qué que había soñado, y esta blog así quedó como su camino de la indignación moral y el coraje, un camino que no le queda nada bien. Como de cartas al Editor en un periódico de parroquia shaker. Con tal aloque, M nada más hizo que se sintiera más feo el calor en medio de la Megamedia.

Por tal razón, la Doctora nos hizo llegar el videoclip que hemos injertado al comienzo de esta entrada. Al ver lo que puede pasar en la cabeza de un ente así de loco, hemos tomado medidas drásticas como entidad colectiva. Sí, justo con ésta nueva entrada de blog, una de las entradas que la locura de M cree que ya no debe haber por aquí.

Chale.

Aunque mucho de lo dicho hasta aquí es cierto y es útil. También mucho se cargó con la locura nefasta del momento, se cargó de inconsciente colectivo. M escribió por puro miedo a morir, sin mucha reflexión. Lo hizo con ideas de todas pero con su locura de viejito cascarrabias, más, ni le busquen, la falta de oxígeno en el aire de toda la ciudad. Mucho plomo en el aire.

Y dejó, el buen M, de aquí para abajo en la blog, una fea sensación de desvarío zigzagueante en espiral, dale que dale con lo mismo una y otra vez, puro coraje de basilisco italiano acelerado con mala programación de Sky; sobre todo cuando este sujeto actancial agarró la deriva de la Virgen de Guadalupe en el Bronx de NY. ¿Envidia por el cuento de Raúl Casamadrid que ya incluimos aquí mismo? No, porque el cuento vino después; en tal caso, el cuento nada más aceleró lo que ya había agarrado vuelo antes.

Un tumbadero de aspas de molino de viento. Más el trancazo espiritual del ya boletinado M en su locura de M contagiado de psicosis colectiva. Gracias, Doctora Encarnación. Lo estamos frenando mediante el procedimiento de hacerle cosquillas en las plantas de los pies hasta que se queda dormido de tanto gritar y contonearse, para evitar más agrave de su locura. Y sí se calma. Duerme. Zzzzzzzz.... Sueña. Y nos deja tratar de corregir los entuertos que se pueda.

Creemos que todavía se puede salvar algo. No todo puede ser reflejo del caos de la mente colectiva de un orate en situación de espejito, creemos. Por esa locura colectiva de la que M se dejó atrapar sin siquiera tratar con más gente, salió lo turbio de la rabieta con el amigo Antonio Rada. Perdón gente de Telegenio y gente buena onda. No es una locura de toda la Chorcha Chillys Willys, es el hígado cirrótico de un ruquito cascarrabias con ya muchas horas de vuelo como canario en la jaula de carbón.

Seguiremos reparando lo que se pueda. Perdón por las molestias que ello pueda causar en la circulación inmediata por la supercarretera de la información.

Estamos, es cierto, en otra talacha mental.

1 comentario:

  1. ¡Ah que la doctora esa Encarna...! nomás chiviando a los chamacos, y hasta disculpas se pidieron, no hay que exagerar, el tono exaltado de la blog va bien, que se lo ponga al que le guste

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