jueves, 7 de mayo de 2009

La carta marcada



Sujeto del inconsciente, sujeto-objeto de la palabra. Que se dice.

Para abrir mejor esta vía de deriva en nuestra reflexión.

La pregunta por el inconsciente de quien produce una experiencia como la que aquí se teje. Una blog sobre una vivencia común de la enferemedad, cuando la enfermedad manifiesta su carácter público. El poder de las enfermedades y su supuesta curación.

Porque, como se dice más abajo, el sistema que se fortalece con este esquema de Megademia es el del panóptico foucaulteano. El encarcelamiento como modelo de orden ideal: hospitales, escuelas, cárceles, estadios y tantas otras figuras arquitectónicas de flujo social. Control y orden, ahora de características sanitarias, por la salud del organismo. La cosa del inconsciente, la cosa de la palabra, la cosa del sujeto que se sujeta, insinúa Lacan, entre un el alma y un el cuerpo como el hombre doméstico, el controlado entre las instituciones y los bioprogramas, por su intenso amor a la salud, un ideal técnico.

¿Cuántos controles sanitarios has cruzado ya este día? ¿Te vieron? ¿Te tocaron? ¿Hablaron? ¿Anotaron? ¿Etiquetaron? ¿Marcaron? ¿Te dieron? ¿Te quitaron?

Tapiz de miradas, montaje de miradas. La sociedad que se vigila, para evitar el contagio por virus H1N1. Según todo parece indicar.



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