Por ahora, cerramos los ingresos de diario en esta blog. Llegamos a un límite técnico. No queremos repetirnos más. Ya quedó hecho el reportaje de lo que pasó a la hora de la hora de la Megademia.
Se puede seguir charlando por otras blogs... Allí están en nuestro Perfil... Chorcha Chillys Willys.
Seguiremos, eso sí, corrigiendo las erratas y las desinformaciones. No dejamos de escribir, escribimos para abajo, revisamos, retocamos. En pos de mayor claridad comunicativa. Pero en lo más sustancial, ya no queremos agregar nada; lo mejor posible será dialogar en la zona de Comentarios, allí hay mucho todavía por decir, mucho por pensar, reflexionar y, de ser posible, acordar. Pues nadie piensa ni escribe ni actúa solo, aun en medio del desierto o del espacio.
No nos gusta nada de lo que quedó. Tampoco quitaríamos mucho de lo que ya se juntó. Es un punto de vista compartido entre tres personas, lo que nos pone en diagonal respecto a la moda actual del Yo y Mi Blog donde hablo de Mí, un modo cómico de escribir un diario a la antigüita. Todo mundo tiende a platicar con alguien, si no la humanidad entera, y hay mucha deriva de chat. Hasta Momus invita a revens y anuncia sus nuevas camisetas. Se vale de todo.
Gracias quienes leyeron en su hora todo esto de la Megamedia. Quisimos siempre ir más rápido en la escritura que en la lectura, para ayudar a quienes hubieran quedado en cuarentena dentro de un sitio feo, por ejemplo: un elevador con música de Paul MacCartney de fondo o un hotel de China. Hubo un cuate que parece que se quedó a vivir todo el tiempo de la cuarentena gacha en el Metro de Buenos Aires, porque no lo dejaban regresar en avión a México. ¡Hay cada historia!
Esto tiene un principio, allá abajo, y un fin, aquí donde estamos. Pero lo mejor es leer en zig-zag, a saltos, por donde jale la suerte. Ojalá de verdad no sea completamente cierto que siempre se escribió lo mismo: neurosis de muerte, angustia. Ojalá funcione todvía el sentido del humor.
Saludos.
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